Con este post queremos inaugurar el blog del área de quintaesencia mayéutika.
Y lo queremos hacer nombrando y compartiendo cual es la visión de esta área sobre la bioenergética integrativa, conocida por muchos compañeros y años como “la bio”.
Para poder entender esta propuesta surge compartir el orden del propio viaje personal emprendido hace más de treinta años y que tuvo como acicate una crisis de ansiedad. Lo que se inició como un “ponerse bien y superar esta crisis” devino con el tiempo la mayor aventura vital jamás imaginada y que continúa hoy en día, momento en el que estoy escribiendo este artículo. Con la certeza además que este viaje va a seguir para siempre.
Y siento clave compartir esto, porque la bioenergética integrativa es el nombre que hemos puesto a un pulso de vivir, un camino, no a una técnica terapéutica o peor aún a una filosofía de vida. A la vez, en conexión con este pulso de vida, con esta vibración, hemos experimentado en nuestros más de 25 años como acompañantes de camino, que aquellos que contactan con él, lo que hacen es reconectar y reconocer su propio pulso y camino, para nada similar ni repetición del nuestro.
Hacer una síntesis en pocas líneas es siempre un imposible que debemos abordar. Y por ello, reconociendo este hecho, se nos ha ocurrido plantearlo desde una perspectiva de escalera en espiral, nombrando y destacando algunas de las características claves de este viaje.
LA RECONEXIÓN
Esta cualidad supone implícitamente la desconexión. Y más aún ser consciente de ella. Ya que la mayoría de nosotros la hemos “normalizado”, es decir, hecho norma. ¿Y de que nos hemos desconectado? En esencia de nuestro pulso vital, expresión de nuestro propio principio. Los síntomas de esta desconexión se expresan con una percepción de separación de nuestra propia corporeidad, insensibilidad vibracional, así como la adaptación/sometimiento de nuestra emocionalidad a ideas o formas de vivir culturales.
Volver a conectar con estos aspectos, cuerpo, vibración, emoción, mente y permitir que puedan volver a reconocerse y dialogar desde la escucha profunda entre ellos sentimos que es un gran primer paso.
Juego y pasión son dos palabras muy comunes.
MADURANDO EMOCIONALMENTE
Esta etapa supone en el camino nuevas posibilidades y retos. Ahora me descubro como alguien que en su interior opera un pulso de vida, y una fuerza que intenta llevarme de nuevo y mantenerme en la desconexión, el hábito, la inercia. Sin poder excusarse en nada ni nadie ajeno a uno mismo, uno se abre al ARTE de capacitarse en la vida.
Es el momento de recuperar y resignificar en nuestra vida la disciplina como capacitación en el dominio del arte de ser uno mismo.
LA CREATIVIDAD
Si somos capaces de ordenar estas fuerzas internas en nosotros, es que estamos preparados para despertar al genio creativo en nosotros. Al que llamamos el mago interior.
La vida deja de ser un lugar donde sobrevivir y adaptarse a lo existente, para sentirse partícipe en una realidad creativa y cambiante. Es el momento en el que surge el planteamiento de que puedo aportar al mundo. Es el momento de capacitarnos para ser manifestadores de los deseos del universo en nosotros.
Esta etapa tiene sus propias reglas de juego, que podemos conocer y recordar gracias a nuestra propia ancestralidad humana que ya ha recorrido estos parajes.
EL MISTICISMO
En la visión moderna el místico es alguien que aboga por lo universal, o si me permitís la expresión, celestial, divino, en detrimento de lo que podríamos llamar material, mundano, concreto. Nada más lejos de la realidad, como siempre pasa.
En nuestro andar, el momento místico deviene un orden de despliegue natural en la madurez del mago. La capacitación creadora, manifestadora, con toda la madurez e integración en nuestro interior de estas realidades nos dispone al reconocimiento del impulso de lo trascendente en nosotros, una nueva realidad que incluye lo singular, le da propósito pero que como dice la propia palabra lo trasciende. Un mundo más amplio, una capacidad de ser más amor y más incluyente y lo más increíble, el reconocimiento de que este mundo tan trascendente está aquí en todos estos mundos tan inmanentes, tan concretos. Pero está en latencia esperando a ser recordado.
Al recordar y si se me permite usar la expresión, activar esta posibilidad en nosotros, hay una sensación de VOLVER A CASA. Y lo más curioso es que esta casa no está en un mundo trascendente, allá arriba, sino aquí, arriba y abajo, dentro y fuera.
Y lo más increíble e inseperado de todo. Cuando de nuevo estás en casa, un nuevo impulso de amor, creatividad te lleva de nuevo a la desconexión, ya que nuevos mundos y realidades nos están esperando para VOLVER A CASA. Que gran entrega y cuanto amor permitir de nuevo que esta desconexión nos suceda…